Nombres propios

Un recorrido sobre el periodismo musical español

“Nombres propios: un recorrido sobre el periodismo musical español” trata, como su propio nombre indica, de recorrer históricamente las pautas de la profesión periodística musical en España. 

Basándonos en entrevistas a diferentes profesionales reconocidos, trazaremos un abanico de respuestas ante las dudas más comunes del oficio, así como sus rutinas diarias, metodologías de trabajo, y diferencias entre los tiempos históricos, desde el pasado hasta el presente.


a man and a woman walking down a long hallway

Photo by Rui Alves on Unsplash

Photo by Rui Alves on Unsplash

Estas son las palabras de mi jefe, Manuel Pinazo, director de Muzikalia, una de las revistas musicales más leídas de España, ante la elección de mi máster, cuando le comuniqué que yo quería ser periodista musical.

No es lo mismo ser periodista musical, que hablar de música en la prensa, así como lo diferencia Vargas (2012): En estudios recientes consultados, hemos observado el uso incorrecto del término «prensa musical» para referirse a la música en cualquier tipo de publicación periódica (sea ésta de ámbito general, cultural o especializado); la expresión adecuada en este caso sería «música en la prensa». Por su parte, «prensa musical» es sencillamente cualquier publicación seriada especializada en la temática musical.

La prensa no es solo una generadora de noticias o historias, es también una fuente con suficiente rigor científico como para estudiar siglos enteros. La vida musical, sirve por tanto, para indagar en cualquier lugar y época deseados.

Los Nombres Propios a presentar no son solo profesionales del oficio, con voces, caras y plumas reconocibles y respetadas, son iconos de épocas; cronistas del momento que a través del oficio musical fotografiaban una forma de actuar, de vestir, de salir a la calle y de sentir. Este reportaje busca homenajearlos, recorriendo su trayectoría desde sus inicios, buscando las claves de su éxito e indagando en su amor hacia la música, con el objetivo de analizar la evolución del oficio en España, proporcionar un análisis de sus contribuciones a la industria, investigar las cuestiones éticas del periodismo musical, el impacto de la tecnología en la producción y distribución del contenido y capturar la percepción y recepción de la crítica musical en nuestro país.

Jesús Ordovás

El 31 de julio de 2007 se emitía desde los estudios de Radio 3 esta breve sintonía que abriría el telón para la última función de Jesús Ordovás al frente del Diario Pop.

Hago referencia a lo breve de la sintonía, ya que debido a la longevidad del programa (del 1979 al 2007) hubo más de 25 años de sintonías: Camino De La Cama, de Siniestro Total, Baila con Diario Pop, de Aviador Dro o Un Buen Día, de Los Planetas; la canción que continuaba en la emisión. Su paso por los micrófonos de Radio 3 fue duradero, fructuoso y apreciado por sus oyentes. Sin embargo, en el estudio radiofónico, si viajamos detrás del cristal, más allá incluso de la sala de control, encontramos tensiones, tiras y aflojas y una competitividad que no abandonaría jamás la profesión.

Vamos a dejarlo claro, Ordovás es un rockstar. Tiene actitud, comportamiento, ideología y activismo de rockstar. Se puede apreciar este carácter rebelde desde sus inicios académicos:

“ -¿Tú estudias aquí en Madrid, Ciencias Políticas, ¿Cómo era la vida universitaria en esos momentos?

-Pues yo entré el año 67 en Ciencias políticas y había todos los días revueltas estudiantiles y todos los días la policía pegando a todos los que nos manifestábamos. Y precisamente en ese año, en el 68, vino a cantar Raimon a la facultad y se montó un buen follón. Y a mí me cogió la policía, me detuvo y me llevó a la dirección general de seguridad. Y luego me hicieron un juicio con un militar y me pusieron una multa y dije, me parece que ya no voy a ir a la universidad. Y entonces tenía un hermano en mi misma clase, se encargaba de coger los apuntes, así que yo me fui a Paris. Y me fui a vivir a París en el año 69, ósea que viví muy poco la vida universitaria de Madrid. Empecé en París una especie de recorrido por toda Europa. Volví en el año 74 a Madrid y es cuando empecé mi carrera ya profesional como comentarista y periodista musical. Es cuando empecé a escribir artículos para revistas, para revistas de DiscoExpres, para la revista Mundo Joven y es cuando entré en la radio, en radio de España FM”

Un joven Ordovás al mando de la emisora

Un joven Ordovás al mando de la emisora

Lo primero que hizo Jesús Ordovás respecto al mundo musical sería editar una biografía de Bob Dylan, en el año 1971. Lo descubrió gracias al programa Caravana Musical y Vuelo 605. En ambos, resonaba la voz de Ángel Álvarez y permitía a los españoles conocer a artistas como Dylan, Simon & Garfunkel…

“Lo de cobrar era lo más difícil. En la revista Ozono no te pagaban, en la revista semanal DiscoExpres, pagaban pero muy poquito, en la revista Mundo Joven sí pagaban, en Triunfo pagaban bien, era la que mejor pagaba”.

A Jesús le salvaría, sin él saberlo, las mismas ondas de frecuencia modulada que le hicieron descubrir a sus ídolos: una propuesta de trabajo para la emisora Onda 2. El workflow era el siguiente: para la información nacional, bastaba con tener pies de acero, muchas ganas de pasarsélo bien, cultural musical, y una perfecta ubicación que te llevase desde a las salas musicales más populares del momento: desde el Rockola hasta El Sol, desde la CBS hasta Hispavox. En cuanto a información internacional se trataba, sin un router aún instalado en los hogares españoles, se hacía uso de revistas internacionales como New Musical Express, Melody Maker y Salut Les Copains.

Para Jesús, lo más importante era ser el primero en dar la información. Este lema no solo era el de Jesús, era el de muchos de sus compañeros en la que sería su nuevo hogar: los micrófonos de Radio 3, a partir de 1979. Para que tu interés musical sonase en la radio, necesitabas su maqueta, y para tener la maqueta, necesitabas el beneplácito del sello discográfico pertinente. Todo el mundo quería que la maqueta sonase en su programa por primera vez.

-A mí también me interesa saber si había competitividad o notabas cierta competitividad entre periodistas, no tanto con los directores, sino con decir, "Esto está muy tenso. Yo quiero preservar mi puesto de trabajo, entonces quítate tú para ponerme yo". ¿Notabas un ambiente así?

-Muchísimo. Bueno, las putadas que nos hacíamos unos a otros eran para temblar (...) Por ejemplo, pues, Radio Futura o Alaska y los Pegamoides o cualquier otro grupo importante, o Los planetas, saca un disco, saca una canción, y entonces conseguir ser la primera persona en dar a conocer esa canción y en entrevistar al grupo, es lo más importante de ese día, de esa semana o de ese momento.

Y si eso lo haces constantemente, si eres tú la persona o el programa, que todos los días siempre es el primero o la primera en conseguir esa entrevista... La gente dice “joder es estupendo este tio porque siempre es el primero, la primera en dar a conocer las canciones de los mejores grupos, en descubrir grupos, en descubrir bandas, en dar a conocer lo que se edita en Inglaterra, en Estados Unidos"

O sea, es conseguir eso, pues, ser el más valorado. Entonces, la revista Rockdelux, por ejemplo, hacía una encuesta donde valoraba los mejores discos, los mejores grupos, los mejores canciones, y luego había un apartado donde se valoraban los mejores programa de televisión, los mejores programas de radio...

Un día me llama el manager, el Pito, que era el manager de Alaska y los Pegamoides y me dice “Oye, por Dios, no pongas ese casette todavía y tal”. Y le digo ¿Por qué no? Y dice “Porque es que no veas…queremos dárosla a todos al mismo tiempo, y...”
Y le digo "ya, pero si me la da la compañía, la voy a poner yo". Pues menuda se montó.

Siempre estábamos en ese tipo de peleas, y es una de las muchas peleas que ha habido por conseguir un disco o por conseguir una entrevista

Maqueta de Siniestro Total, 1982

Maqueta de Siniestro Total, 1982

A esta competitividad entre compañeros se le sumaba la censura por superiores. José Manuel Rodríguez 'Rodri', jefe de programas en Radio 3 entre 1986 a 1989, mantenía una fuerte amistad con Jesús, y fue el encargado de avisarle de las intenciones de sus superiores para que abandonara la emisora:


-¿Qué habías puesto para que te quisiesen echar?

-Muchas cosas. (risas)

-(risas), No sabías por qué de todo era en concreto

-Estaba poniendo tantas cosas. Era la línea que yo llevaba en el programa. O sea, ya ponías canciones terribles, que hoy en día, algunas de esas canciones, estarían, vamos, para ser denunciadas contra derechos humanos.

Es que tú escuchas, Voy a ser mamá de Almodóvar y eso es para ir a la fiscalía y denunciarlo. O sea, la canción de Voy a ser mamá si la leés, detenidamente, es una barbaridad. Luego escuchas algunas canciones de Parálisis Permanente y también. Y luego escuchas ya de Siniestro Total y ya es el nova más. O sea, hoy voy a asesinarte, matar hippies en la CIA…

Jesús iniciaría un proceso legal que culminaría en un juicio que ganaría, alegando que su contrato de Radio 3 le exigía muchísimo menos de lo que realmente estaba incluido en sus tareas diarias. De ese juicio, saca su puesto fijo, pero un puesto fijo no te resguarda de nada.


"Me hicieron fijo y entonces fijo ya no te pueden echar, lo que te pueden hacer es putearte. (...) Entonces, lo que te pueden hacer, si ven que tu programa no es lo que ellos quieren que sea, es quitar tu programa y ya está, y entonces dejarte a la deriva. Allí, por los pasillos, dando vueltas, tomando café o en el bar emborrachándote, que es lo que lo ocurrió a Carlos Tena, y a Paloma Chamorro y a Lolo Rico"

Esta manera de “putear” se haría visible con el cambio de programación. Radio Cadena Española cierra en el año 90, y la gran mayoría de gente que trabajaba en aquella emisora, llegarían a Radio 3 contratados. Diario Pop se trasladó al fin de semana, con un horario mil veces peor. “Mandarte al fin de semana es como si te mandasen a Australia”.


Recordamos ahora esa breve sintonía esbozada al inicio de su trayectoria. El 31 de julio de 2007 el programa cierra, y nos deja con el recuerdo de escuchar por primera vez a Kaka Deluxe, a Siniestro Total, a Los Enemigos y de no escuchar, por ejemplo, a Mecano.


“La lista de grupos a los que yo he apoyado es inmensa, y sin embargo oí a Mecano y dije, estos son los pijos que van a tener éxito.
O sea tú puedes decir y saber que ese grupo o ese artista va a tener éxito, pero no es lo que tu crees que hay que apoyar. Yo escuché a Mecano cuando me trajeron su primer disco, me lo pusieron y dije, vale, muy bien, esta chica cantando, esta canción… (tararea Hoy no me puedo levantar) Y digo, a mí en cuanto han dicho lo de el Champagne... ya no me interesa”

Patricia Godes

La periodista Patricia Godes emergió en el ámbito de la prensa musical desde una temprana edad, arraigada en una familia con profundo vínculo con la música y la cultura. Influenciada por figuras como su prima, una compositora pionera en el Liceu de Barcelona, y su padrino, un renombrado compositor valenciano, Godes creció inmersa en un entorno donde la música era una constante.

Sus primeros pasos en el periodismo musical se dieron en un contexto donde los referentes internacionales como Mercedes Arancibia y Caroline Coon destacaban por su enfoque innovador y su capacidad para conectar con la audiencia a través de la experiencia personal.

A pesar de sus referentes femeninos, las puertas las abrían los hombres. En este caso, el propio Ordovás, Carlos Tena y Diego Alfredo Manrique. Sus comienzos se remontan a Sarpe, una editorial del Opus que editaba la revista Mundo Joven. Patricia lo describe como un trabajo manual de maquetación con mucha colaboración entre equipos. Sería posteriormente Jesús Ordovás, junto a Rafael Abitbol, quienes recomendarían a Patricia para Radio España.

Su recorrido por las emisoras sería variado: Onda 2, Radio 3, Onda Cero, Radio Gladys palmera o M21, aunque quizás un tanto inestable:

Estoy frustrada en la radio, no he conseguido tener una carrera continua, creo que hago un radio estupenda y la prueba es el programa que hacía en M-21, en la Radio Carmena, (mal nombre radio carmena) en la última edición de la emisora municipal de Madrid.

Bueno, pues lo ha copiado todo, el mundo, había un momento que había cinco personas haciendo la misma fórmula de las entrevista one on one , pero quitando la perspectiva histórica, porque claro eso te hace trabajar y todos estos hombres de la prensa musical y aledaños son bastante narcisistas y no son capaces de esforzarse.

Hace concretamente 12 años, el programa Carne Cruda dejaba de emitirse por órdenes de aquel nuevo director de Radio 3 que cogía el relevo de Lara Lopez. Fue el escándalo más resonado, además de las críticas al nuevo director, y provocaría que Javier Gallego y una joven Patricia Godes hicieran la maleta y andasen al unísono hacia la salida de los estudios.

En la maleta de Patricia había podido guardar a lo largo de su trayectoría infinidad de recuerdos de todo tipo; una entrevista con Rubén Bladees que se extendió hasta altas horas de la noche; las memorables actuaciones de Anthony Braxton y Carla Bley en el Festival de Jazz de Madrid, o el agridulce recuerdo de esa entrevista a Scott Walker que preparó con tanto cariño, para la cual acabaron llamando a otro periodista a realizarla.  En el bolsillo trasero de la maleta, cerca de las ruedas, como un peso que debes cargar aunque no te apetezca llevar contigo, también se llevó el machismo de la industria periodística musical.

Una de las primeras profesiones fuera de casa de la mujer, fueron enfermera, maestra y estas cosas. Y novelista, poetisa. Y la otra fueron telefonista y locutora de radio. ¿Por qué? Por las voces, en las radios primitivas, el contraste, la dinámica entre un locutor, con voz grave y una voz más alta, más fina de chica, funcionaba en telefonía

Y se ponía la telefonista. Y bueno, parece que es más amable. También era una manera de pagar para una profesión nueva, pagar salarios por debajo de lo que cobraban los operarios en cualquier taller, en cualquier fábrica

La crítica musical en sus inicios era algo de mujeres. Y de gays como Marcel Proust, como recuerda Patricia, “En esa época, de finales de 19 principios de 20, la burguesía adquiere gran poder. Organizaban reuniones en los salones, y había conciertos. Y entonces, dentro de la crónica de sociedad se hacía la crónica del concierto”

“Cuando llega la contracultura, la psicodelia, la música progresiva, resulta que el público masculino dice que es esto, “cómo se están divirtiendo las chicas, y yo quiero también una música para mí”. Pasa la música de ser una cosa de diversión, de baile, de chicos, guapos, de conocer más al personaje que la música, ya se empezaba a hablar de la producción, del solo, de no sé qué, y ya eran críticas de esas sesudas, aburridas, hechas por gente que no sabía de música.

Opino que esta educación del machismo, del patriarcado, del franquismo, que educan a los chavales para ser machos… Esto les crea frustración, los hombres no lloran, ¿no? Frustración, inseguridades, ahogan sus sentimientos y una manera de sublimar todo eso era proyectarse en un ídolo, sensibles y generacionales como Bob Dylan o John Lennon, o alguien decadente y con ese toque perverso, pero poeta como Lou Reed. Que es una persona cultisima, aunque luego sea el proto punk, y que ha hecho discos cultisimos. O Mick Jagger, gustaba mucho porque es un feote que gusta mucho a las chicas.

No estamos saliendo de las crónicas de sociedad, de las revistas románticas para niñas, sino que lo repetimos, en cubierto en una pátina de pseudo-cultura, de pseudo-conocimientos, de un detallismo aparentemente técnico, pero no tan frívolo como él de las chicas, las chicas sabían que era frívolo, y estas periodistas y las lectoras, sí que era entretenimiento”

Esta auto ovación no sólo conlleva a una ignorancia hacia ciertas músicas, artistas o géneros, también conlleva una vehemencia y permisión para presentar esa selección musical al público

“En la parte de medios y revistas había una actitud servil y receptiva, excesivamente receptiva hacia la industria. De hecho, fíjate que todo el periodismo musical no es periodismo sino que es venta de productos de la industria, de el disco, una persona muy... Al que aprecio personalmente pero que no me gusta nada como periodista una vez me dijo, somos traductores. No, no, perdona, yo elijo por mi cuenta, cuando yo dije que Scott Walker era bueno, no había habido Mark Almond y Julian Cope diciendo que Scott Walker era genio celestial, God Like Genius.”

Patricia Godes ahora, haciendo uso de su Patreon, continúa en la divulgación cultural y musical en su propio programa: “Conversaciones con PG”. Además de podcaster también ha sido recientemente guía turística, y junto a Ordovás nos guía en sus libros por el Madrid de la movida y por Londres, en solitario.

Lara López

-O sea que a el cargo de directora no volverías a...

-¡NI DE COÑA!

Esta robusta respuesta de Lara López, la ex directora de Radio 3, pone sobre la mesa algunas de las cuestiones antes mencionadas, tales como la competitividad, la precariedad, el machismo y el duro trabajo al que se deben enfrentar estos periodistas.

Musica NA - programa nº 1. Emitido en febrero de 1990 en Televisión Española

Musica NA - programa nº 1. Emitido en febrero de 1990 en Televisión Española

Quien iba a decirle a aquella Lara López, que aparecía tan serena detrás de todos esos botones, cintas y mecanismos en el primer programa de Música N.A. de RTVE, que acabaría dirigiendo una radio televisión pública del calibre de Radio 3. La respuesta es, que ni ella misma se lo hubiese llegado a imaginar. Principalmente porque nunca fue su mayor aspiración. Lara venía de unos estudios relacionados con las artes, sí, pero las dramáticas. Fue la aparición de Ramón Trecet, posterior director del programa mencionado, el que cambiaría el rumbo de su vida.

Son en total 37 años, cumplió 19 llevando un mes en Radio Nacional. Llenos de cambios musicales, sociales y estructurales en la emisora. Lara comenzaba haciendo Deportes en la 3 (donde se encargaba de poner música, y Diálogos 3 (dónde co-presentaba junto a Ramón Trecet).

A Lara nunca le faltaba el trabajo. Fueron sus ganas de seguir estudiando, aprendiendo y comprendiendo las músicas lejanas y new age las que le llevaron al cargo de directora de Radio 3 desde 2008 hasta 2012. A su fortuna, por emprender este nuevo camino laboral, le acompañó una regulación de expediente en Radio Nacional, que según Lara “hacía que la gente de 52 años se fuese, se acogiera a expediente y a una serie de circunstancias económicas que hacían que fuera interesante marcharse”

“A mí me pone en una situación complicada porque había muchas de las voces más clásicas y emblemáticas de Radio 3 que se marchaban. Y muchas veces daba la sensación de que les había echado...de que las nuevas direcciones habían cargado esas carreras, pero no era exactamente así. Claro. Pero yo me quedo sin Ordovás, por ejemplo, por nombrar solo uno, ¿no?

Hubo más, por supuesto. Entonces hay que buscar una generación de recambio. Y hay que hacerlo sin dinero porque teníamos un presupuesto muy pequeño. Y también pequeño en realidad con respecto al resto de la casa, pero yo sí te puedo decir que en ese momento el director de programas, que fue el que me nombró, y el director de Radio Nacional, pues sí que... Nos respaldaban, por lo menos las ideas que teníamos en la cabeza las podíamos poner en marcha y eso ya era un lujo”

Las directrices de Lara fueron entonces poner de nuevo la maquinaria en marcha: establecer conexiones con la industria musical, recibir a nuevos oyentes y llevar a cabo los destacadísimos conciertos de Radio 3, que coordinó junto a Paco Pérez Bryan. Conciertos a los que acudirían Smashing Pumpkins o Lou Reed entre muchos otros. Lara salva anécdotas de esta última operación como algunas de las más enorgullecedoras de su trayectoría:

“Uno de los días me pilló haciendo el programa y estaba Manic Street Preachers que a mí me gustaban mucho y entonces Paco me llama y me dice “ya están tocando” estaban probando y entonces yo subí la regleta y escuché una de las canciones de Manic en directo y esa conexión fue no sé como “ay lo hemos logrado que bien que suerte y estoy escuchando esto” y fue muy emocionante”

Sus enemigos en el frente estaban claros y ya han sido mencionados, pero la mayor frustración de Lara no han sido los despuntes que conllevan prácticamente todas las profesiones, y los inconvenientes de ser jefe. El mayor problema de este país, y que no logró enmendar Lara durante esos 4 años fue conseguir que Radio 3 se percibiese como la auténtica Casa de La Radio que es, con el mismo modus operandi que tiene cualquier español al recibir a alguien a su casa: ponerle un café, ofrecerle comida, y hacer una sobremesa.

“Todo el mundo en España habla bien de la BBC o de Radio France, pero no hablan bien de la radiotelevisión. También es cierto que nosotros tenemos esa tendencia de arreglarlo todo en los bares pero creo que hay que ponerse al frente de algo para saber exactamente de qué carecemos, qué adolece, qué nos hace grandes.

La joya de la corona desde luego, de la comunicación, tendría que ser la radiotelevisión pública. Y aquí, pues, hay cosas que no entiendes muy bien, que estén pasando, (...) Tendríamos que tener al menos una posibilidad de tener altavoz que no tienen en otros países y estamos viendo que rápido se censura todo, ¿no? Creo que eso no se nos debería olvidar nunca y creo que no hemos hecho bien el trabajo de contarle al mundo, oye, es que es tu casa, pero no es tu casa y porque tú lo estés pagando, como decimos.

No hemos contado nunca bien quiénes somos y quiénes somos. ¿Qué hacemos? Sin embargo, cuando te vas fuera, lo primero que haces probablemente sea conectar con Radio Nacional. Será por algo, ¿no? Así que no sé”

Lara sigue conduciendo el programa que empezó en el año 1996. Esperemos que continúe así, porque la frase tambaleaba cuando me recordaba que un nuevo jefe de programas parecía tener ideas para la programación futura en las que ella no estaba incluída. Afortunadamente, el micrófono no es el único receptor del mensaje de Lara, y apoyada en su reciente título de filosofía, y sus intereses personales, escribe novelas y poesías como Derivas (2020), Insectos (2017) u Óxido (2004). ¿Y qué opina de sus últimos pasos por Radio 3?

“Si me quedan nueve años aquí o lo que sea quiero pasarlo aprendiendo aprendiendo y siendo lo que he sido siempre siempre, un medio para comunicar algo que me ha emocionado”

Julio Ruiz

Al otro lado de esta grabación hay un hombre ilusionado, que haciendo uso de las cintas de magnetófono y bobina, se hace a sí mismo el autocontrol

Él es Julio Ruiz, y durante los 50 años de vida de Disco Grande (1971-2021) tuvo una serie de tareas permanentes: seleccionar maquetas, presentar grupos e invitar al oyente a descubrir música interesante. Hubo otras labores que tuvo que hacer durante sólo algunos años del longevo programa, como la hoja de censura que avisaba al ministerio de los cantautores que seleccionabas. Sin embargo, estas no eran las operaciones más complicadas. La más dura sería conseguir un contrato laboral. 

Hasta 2007 no conseguiría ser un trabajador fijo de Radio Televisión Española. Es menester reconocer que Disco Grande se mudaría de una emisora a otra durante muchos años: del 71 al 83 estuvo en Radio Popular FM, del 83 al 91, Radio Cadena (Radio 4 pero con distinto nombre) y del 91 al 21, 30 años en Radio 3. Sin embargo, Julio ahora goza de su jubilación gracias a su adscripción en la seguridad social por un trabajo a media jornada organizando discos en una discoteca.

Julio Ruíz conduciendo su programa en Radio Popular, 1979

Julio Ruíz conduciendo su programa en Radio Popular, 1979

Esta fluidez con la que se movía por las ondas sonoras estaba justificada por una experiencia previa escribiendo en Disco Express, en Diario Marca, El Sol, Información de Madrid y unos estudios en la escuela de periodismo en Madrid, en aquel edificio en la carretera de la Dehesa de la Villa, hoy convertido en el Instituto RTVE. Julio me mostró el origen de su afición por el periodismo musical: una lesión llamada triada fatídica que se hizo jugando un partido mientras estudiaba biológicas. Fue el perder ese cuatrimestre el que le dió un nuevo sentido a su vida laboral.

Disco Grande se hacía sin guión; con escaleta, con directrices, pero a amanuense, con papel y lápiz. El programa comenzaba con novedades del día (que salían de las revistas New Musical Express y Melody Maker), alguna entrevista, la Liga Maquetera y un G.A.T.O. Sí, un G.A.T.O. Grabación a Traición Original. El término nace de una entrevista a Thom Yorke, ni más ni menos, en la que se le pidió un acústico a traición al haber terminado una entrevista. (Aunque el propio Julio admite que tan a traición no era). A todo ello le acompañaban sus becarios, Paula Quinta, y David Merino, voz y guitarra del actual grupo La La Love You.

Julio Ruiz tuvo el privilegio de compartir espacio y tiempo con algunas de las figuras más respetadas en la industria musical. Desde el propio Keitch Richards, fundador de los Rolling Stones, con el que compartió un desayuno y entrevista (para Julio un zumo, y para el Rolling un vodka naranja) que quiso alargar el guitarrista, a pesar del límite temporal de la cinta magnetofónica; hasta PJ Harvey, a la que le descubrió el flamenco gracias a una Antología de Camarón que Julio le obsequió.

Un periodista musical con una carrera de más de 50 años de profesión a sus espaldas parecería que fuese a defender este oficio a capa y espada. Pues todo lo contrario. Julio se une a la lista de periodistas musicales que me recomiendan con creces jamás buscarme la vida de esto. 

“Hay un momento de evolución cuando salen los periódicos y tal y en un momento determinado tú cogías El País y El Mundo y había información musical y columnas de críticas de conciertos. (...) Había un huequecito,había una crítica... Eso no sé por qué se fue eliminando poco a poco y ahora para que haya información musical en un periódico normal es que se ha muerto alguien o saca un disco un artista in memoriam”

Según Julio, “este es un país que en cuanto a cultura musical, cero pelotero. Sus argumentos se basan en la inexistencia de espacios culturales en los medios. Antiguamente se encontraban Aplauso, A Tope, Rococó, Músicas Sí, y actualmente la música pasa a un segundo plano. Se convierte en el objeto de un reality show, o un concurso de talentos, dónde la música es lo que menos importa.

-¿Entonces puede sobrevivir un periodista musical a día de hoy?

-No, no, no, que va... un periodista musical nunca ha podido sobrevivir, nunca nunca, nunca. Un periodista musical ha podido sobrevivir si era un periodista de otras cosas... informativo, e igual que tenía que hacer la crítica de... del concierto de... yo qué sé, de... de PJ Harvey, pues al mismo tiempo también tenía que ir a ver un desahucio en Lavapiés, porque eran periodistas.

A pesar de su nostalgia por el olor a tinta de periodico, Julio ha asimilado la evolución web, y pone en valor a las nuevas webs como Jenesaispop o Muzikalia. Tras su emotiva despedida a los micrófonos de Radio 3, cerrando junto a la música de Los Planetas, le contactó Carlos Galán, de Subterfuge Radio. Su historia se desarrolla ahora en Todos los Discos Son Grandes, nombre en honor a una cuña que hizo su hija pequeña. En su programa pone música de los 70, de los 80, de los 90, actual… todo menos el mal llamado indie, que fue la última reivindicación que quiso transmitirme:

“Ahora cuando recibes un email: Estos son los “pichurri del volga” una banda indie de murcia coño, ¿qué es la banda indie? esto ya me duele la boca a ver, que indie no es un género, que indie es pop rock, o sea puede haber un chaval que toca la guitarra flamenca y que sea indie.

Indie lo llaman porque en aquel Musical Express y Melody Maker, en aquellos tiempos salían los artistas de sellos discográficos independientes y ponían lista de los discos más vendidos y lista de los independientes y por acoplarlo ponían indie y se ha quedado ahí 

El género indie a mí cada vez que... Bueno, pues hay un mainstream indie que no voy a decir nombres, pero a mí me horroriza. Aparte de que copan todos los carteles prácticamente de todos los festivales”

Rosa Pérez

Cualquier fan que se precie de Radio 3 conoce Fluído Rosa, una revista sobre música y creación plástica contemporánea.

De joven, se fijaba mucho en las radios portuguesas, por cercanía y por conocer algo de industria musical que no llegaba a emisoras españolas. Rosa comienza su trayectoría en 1982, en la Cadena Ser de Valladolid. En aquellos momentos la programación estaba dotada de especialistas, con programas nocturnos de indagación cultural. Posteriormente, ocurriría su salto a Radio Cadena Española en Madrid, que coincidió con la consolidación de la radio nacional, uniendo diversas emisoras bajo un mismo techo. 

Rosa tiene una suerte particular: en la gran mayoría de ocasiones, ella misma ha podido dirigir sus programas. Secuencias, Música Express, Noches de Verano, Habitat, Magacín FM…Cuando le pregunté, para poder ser como ella de mayor, y ser mi propia jefa, la clave que me comentó fue creer en ti misma y ser echada para adelante. Osea, que seguirá siendo un misterio sin resolver.

Una clave más orientativa son sus valoraciones en cuanto a la prensa musical escrita. Además de sus programas, Rosa también colaboró con Boogie, Ruta 66 o Rockdelux, en su gran mayoría, sin remuneración. El principal fallo del salto al digital para ella es el enfoque periodístico:

“Aquí en España, quizás, a lo mejor, no se han enfocado bien las páginas, sobre todo, de los medios, ¿no? Se dedican demasiado a hacer resumen de lo que pasa durante el día, pero no son generadoras de noticias, y creo que eso es un error, porque, al final, la gente utiliza la red para informarse, y hay muy mala información. Entonces creo que sí, que todavía es una asignatura pendiente. Crear buenas paginas en medios importantes que tengan espacios dedicados a la cultura en general de una forma totalmente independiente”

Algo tan asimilado, como que la prensa sea ahora en su mayoría digital, significó en su momento una democratización de la información, con estructura horizontal. Esto, según Rosa, ya ha quedado completamente desmentido y ahora son los periodistas los que deben actuar como filtro de toda esa información, confundida en tantas ocasiones con publicidad. Es duro para nosotros, pero también para los demás agentes partícipes en esta cadena, tales como artistas o disqueras. La democratización provoca la superabundancia digital, y para ello el periodista musical debe ponerse las pilas en ciertos asuntos:

“Lo primero que hay que hacer es escuchar mucha música, eso lo primero. Ir buscándote referentes, donde los encuentres, gente que a ti te pueda parecer que sigue una línea coherente y honesta. Poco a poco irás forjando tu estilo, tu línea, eso no sale de la noche a la mañana. Esto es como todo, es un proceso, a veces te equivocas, yo me he equivocado más de una vez, y “¿Como he puesto esto”, no sé, me debió de dar un ataque de… ”
Y no tener tampoco prejuicios. A mí siempre me ha tirado un poco por la música electrónica o experimental, desde muy joven, pero yo escucho todo tipo de música. Porque creo que hay que escuchar todo tipo de música, hay que escuchar las cosas que resultan frescas, que resultan interesantes: la manera de tratar el tema, cómo está compuesto, las armonías, o los arreglos que tiene... Es un conjunto, una canción no es una cosa, no es la melodía que está cantando, sino también muchas veces, es lo que hay detrás.
Todo eso se aprende escuchando mucho, mucho, mucho, y pues sí, crivando, seleccionando. Conocer la historia de la música popular contemporánea es fundamental, y hay un siglo, con lo cual hay tela marinera para escuchar, pero es fundamental. Porque no puedes estar diciendo, "oh, esto es maravilloso", cuando resulta que ya hubo unos anteriores y otros anteriores a esos que fueron los originales, entonces claro, es un tarea ardua, pero bueno, si a ti te gusta la música y crees que es ahí donde quieres mover, pues adelante, y a ello”

Rosa concordaba en la opinión de que la música se ha denostado en nuestro país, y que por culpa de los conciertos gratis de ayuntamientos, fiestas de pueblo, y las plazas, nos hemos ido haciendo a la idea de una cultura gratuita. 

Portada del suplemento Metropoli, de El Mundo, 1991.

Portada del suplemento Metropoli, de El Mundo, 1991.

También nos hemos hecho a la idea de un feminismo muy adaptado a las necesidades de hoy y aunque muchas cosas hayan avanzado respecto a la portada de Metrópoli, Rosa continúa batallando en proyectos de visibilidad como SONORAS, una red de trabajo impulsada por el colectivo Female Pressure para dar visibilidad a mujeres en el mundo de la electrónica, que pretendía poner sobre la mesa la inclusión de DJS femeninas en los carteles de festivales españoles. Como Rosa me comentaba, aun queda un montón por hacer pero,

“ Esto no quiere decir que ya cómo has conseguido un 40% te puedas tumbar a la bartola, no, hay que seguir, porque a lo mejor en un momento dado, puedes superar el 50%”

Víctor Lenore

Parece un chiste, pero que a un estudiante de derecho en ICADE le interese My Bloody Valentine, Nirvana o REM no es tan remoto.

Víctor era un niño pequeño en Soria, que creció viendo La bola de cristal y escuchando los grupos antes mencionados. De ahí que comenzase su trayectoría periodística escribiendo Malsonando, un fanzine de grupos alternativos, para posteriormente colaborar en Rockdelux y acabar formando parte del primer Festival de Benicassim. 

“Lo que pasa es que los puestos de la radio ya estaban repartidísimos desde los años 80. La mayoría de los locutores de Radio 3 ya eran locutores famosos cuando la movida. Entonces no hubo mucha renovación generacional ahí”

Aunque pueda sorprender, Lenore recuerda sus primeros trabajos en la prensa con grandes beneficios. Trabajos en plural, porque había que estar en varios medios, obviamente, pero entre La Razón, Sol Música y la revista de MTV, el periodista recuerda ganar en un mes entre tres mil y tres mil quinientos euros. Lo que te lo daba en dinero, te lo quitaba en salud mental, eso sí. Las reseñas se escribían en máquinas de escribir y se mandaban por fax a las correspondientes redacciones, debías atender a todos y cada uno de los conciertos en la programación musical que pudiesen ocurrir cada fin de semana… Incluso se hacía realidad aquella fantasía heroica del periodismo donde debes dictar palabra por palabra al editor nada más haber salido de los conciertos.

Lenore tiene una característica peculiar como periodista musical, y es su branding: se considera ex indie y ex hipster. Aunque él dice que se asemeja al alcoholismo, y que nunca se puede salir de aquello. Para conocer al ex-algo primero debemos de trazar el inicio de su viaje del héroe por el modernismo, y este tiene un nombre: Ladinamo.

Carátula del blog de Ladinamo

Carátula del blog de Ladinamo

Ladinamo fue un colectivo que contaba con fanzine, grupo de danza, local y grupo de DJS. Su principal intención fue el activismo a favor del copyleft. Entre sus miembros se encontraban personalidades como Isidro López, sociólogo y diputado de Podemos en la Asamblea de Madrid; Guillermo Zapata, guionista, novelista y político español; César Rendú, Carolina del Olmo,  alta directiva del Círculo de Bellas Artes, etc…

“Hay un intelectual en Estados Unidos que se llama Lawrence Lessig que intentó hacer… Flexibilizar un poco las reglas del copyright, pero dándoles soporte legal para que fuera más sencillo, pues que los músicos sampleasen, versionasen, todo eso. Estábamos muy con ese rollo, ¿no?

Entonces, si tú registrabas tus canciones en copyleft, las podías poner. Y si el autor te daba permiso para no recaudar derechos del autor, pues podías hacerlo, ¿no? Entonces, pues tuvo que ver con eso la demanda de la SGAE, ¿no? En una época en que las SGAE estaba súper demonizada, era como la entidad más odiada del país”

Sentencia del Juzgado de lo Mercantil número 5 de Madrid, 2006.

Sentencia del Juzgado de lo Mercantil número 5 de Madrid, 2006.

Ladinamo fue demandada por la Sociedad General de Autores y Editores, quien le reclamaba el pago de 829,70 euros en concepto de comunicación pública de música emitida en su local, música que según la SGAE pertenecía a su repertorio. El 2 de febrero de 2006, el Juzgado de lo Mercantil n.º 5 de Madrid absolvió a Ladinamo, dictándose la primera sentencia mundial que reconocía el término copyleft, ya que Ladinamo solo usaba música libre en su local.

La SGAE no pudo tumbar al grupo intelectual. Según Lenore, lo que dió por vencida a Ladinamo fue una “carencia intelectual”, y que, según él, “era una flexibilización de los derechos de autor donde quien salía perdiendo era el creador”.

Quizás fue un desbordamiento de valores hippies, o un cambio ideológico, pero Lenore dictaba sentencia en aquella terraza en la que nos sentamos, y me dijo que “el indie es la escena musical española que menos canciones memorables ha dado en la historia”. Además, argumenta que un hipster siempre mirará por encima del hombro, imponiendo sus gustos musicales y pensando que son mejores.  

“El hipsterismo es que me parece ridículo. Atender tanto como yo atendía a la música de Estados Unidos y de Inglaterra, cuando aquí tenemos una música igual de buena o mejor, yo diría que mejor. El liberalismo es un sistema que fomenta el desarraigo. Es decir, la sociedad de consumo fomenta el desarraigo. Lo que quieren son gente sin raíces, que el centro de su vida sea ver qué novedades hay en el mercado e ir comprándolas y que eso configure tu personalidad. Y eso me parece horroroso, realmente. Es una cosa inhumana. Y creo que salir de ahí es muy saludable”

En un momento, le pregunté si el periodismo musical se encargaba de cubrir esos problemas visibles en la industria: lo del hipsterismo, la imposibilidad de hablar del excesivo lanzamiento de música, el inexistente circuito de salas de conciertos en España, ya sustituidas por festivales.. y su respuesta fue clara:

“El periodismo musical ha muerto”

Según Lenore, al oficio hay que resucitarlo. No podemos seguir viviendo con modelos de negocio antiguos, sin ejecutivos periodísticos a los que les guste la música popular, y sin dinero de por medio.

“Bueno, el periodismo musical tiene que hacer también una reflexión sobre lo mal que lo ha hecho. O sea, es totalmente espectacular que en 2004 estalle una música que se llama... Reggaetón y no le hagan ni puto caso. (...)

O sea, por ejemplo, en los años 70 a los rockeros tampoco les gustaba la música disco. Fiebre de la sábado noche, los Bee Gees, Bárbara Streisand... Todo esto vendía tanto que lo cubrían con distancia, con menos entusiasmo. Pero no lo ignoraban. Y ahora, poco a poco, fue diciéndose... "Oye, pues no era nuestra música favorita, somos rockeros. Pero esto tuvo una importancia cultural que había que cubrir". Eso con el reggaetón, con la cumbia, con la bachata, con todos estos estilos caribeños no se ha hecho. El periodismo musical ha quedado en puto ridículo.

O sea, es que si no sabes hacer esto, no te tiene que gustar. Tienes que tener la capacidad de análisis para explicar qué es esto, qué te gusta y qué no. Luego, a última hora, cuando he visto que necesitaban vender entradas, los festivales han puesto a Balvin en la cabeza de cartel. Ha venido un público que no les gusta. No les gusta a los anunciantes. Entonces han dicho, bueno, pues ya no más. O sea, es increíble que sea más fácil. Si tú eres un cantante de Colombia o de Puerto Rico, sea más fácil tocar en Coachella que en el Primavera Sound”.

El mayor consejo y aprendizaje que me llevé de la charla con Lenore fue breve y decisiva para los futuros periodistas musicales: dejemos de hacer noticias que parecen hechas por Inteligencia Artificial. Seamos críticos, hablemos de experiencias, buenas y malas, y tengamos siempre el ojo puesto en la música popular española, porque si nadie le hace caso, vendrá Évole y hará un reportaje de Camela antes de que ningún medio especializado haya decidido indagar sobre ellos antes.

Sebas Alonso

En España hacía falta que alguien reivindicase a Kylie Minogue, Cher o Madonna. Nuestro superhéroe se llama Sebas Alonso y para cumplir su objetivo creó la revista digital Jenesaispop.

Jenesaispop nace como cualquier otro blog en la época de los inicios de los 2000. Todo el mundo tenía un blog. Pero nadie tenía un blog en el que se hablase de divas del pop más allá de sus operaciones estéticas, sus relaciones amorosas, o su físico. En el 2006 abre Jenesaispop, y Sebas logra la hazaña de vivir de su propio blog musical a partir de 2008.

Esta historia de superación no es la regla, ni mucho menos. Sebas directamente, no se lo recomendaría a nadie “tienes que trabajar en un perfil durante muchísimos años y de manera obsesiva”. Sin embargo, cuando mencionamos el editorial de su revista acerca del cierre de Pitchfork y por consecuencia, futuro cierre de otras webs musicales, él se mantiene positivo. El motivo de su positividad no es otro, por irónico que suene, que la inconstancia del mercado web.

Sebas ha pasado por MySpace, por Facebook, por la moda de llevar tu web a la legibilidad y adaptación de iPad, y ahora se plantea el modelo TikTok. El tráfico web se ha mantenido, exceptuando un espejismo en los inicios de los 2000, cuando el SEO y el SEM no estaban tan de moda, y Google posicionaba de manera muy favorable los blogs. Sebas argumenta que en realidad, el periodismo musical le interesaba y le interesa a cuatro personas, y que la mitad de ese público era tráfico basura. Son esos cuatro gatos estables los que equilibran y están siempre, independientemente del medio por el que se consuma la prensa musical.

Lo que no es minoría en la industria musical son los lanzamientos de singles, y sobre ello también conversamos Sebas y yo:

“Los artistas están completamente esclavizados porque sea público el número de oyentes mensuales que tienen. Porque condiciona su contratación, su caché y muchas veces son datos falseados. Que luego nadie los escucha, o que esa gente que escucha esa playlist no va a los conciertos… Hay mil maneras de falsear eso, como antes los números uno de la radio, o sea la mafia de antes es la misma pero en otro lado”

Por eso mismo se necesita la figura del prescriptor musical, aquel que recaba toda esa información y la presenta de manera legible. Ahora bien, ¿cuál es el criterio para seleccionar x información? ¿Pagan los artistas por salir en los medios? La respuesta a la segunda pregunta es un no rotundo, pero para la primera, no existe una respuesta clara.

“A ver, hubo un momento en la industria musical en el que sí que parece ser, yo no lo he vivido pero en el que las discográficas eran un peso súper importante como anunciante de los medios de comunicación y supongo que habría cierto condicionante o cierta presión, las discográficas ya no son los principales anunciantes de los medios. En el momento en el que se dejaron a vender discos a causa de internet eso cambió por completo, el modelo de negocio cambió por completo, la mayoría de los ingresos publicitarios que vienen a un medio de comunicación como el nuestro van a ser festivales, promotoras de conciertos, y por decirlo una manera rápida alcohol, cerveceras, marcas de refrescos”

El primer sujeto que menciona Sebas es el importante, los festivales. Jenesaispop, acompañado de muchos otros medios digitales acuden a las ruedas de prensa anuales que organizan los miles de festivales españoles. (en 2022 se celebraron en España alrededor de 900 festivales, según El Confidencial). Y es aquí cuando chocan prensa corporativa e informativa. Esos mismos anunciantes son los que mantienen en pie, gracias a su publicidad, a muchas de estas revistas. Siendo esto así, ¿se ejerce la suficiente presión hacia ellos?

“Hay una serie de festivales que no son Madcool ni Primavera Sound, que son muy pequeños y cuando tú cuestionas su organización les haces muchísimo daño (...) a mí me da mucha pena que me manden un Whatsapp: Sebas no sabes el daño que me hace esto con los con los anunciantes o para conseguir anunciantes el año que viene o para conseguir el patrocinio del ayuntamiento de turno y que me pongas que no ha habido agua durante dos horas en el festival al 40 grados”

El quid de la cuestión para la prensa digital especializada en música es la publicidad. Antes ejercida por discográficas, ahora ejercida por un multi circuito de festivales.

Manuel Pinazo

-El reportaje va a abrir con el WhatsApp que me mandaste que cuando te dije tal, me voy a meter al máster, tú me dijiste, es que yo me preocupo cuando veo a gente como tú metiéndose en esto. 

-Me preocupa, pero me ilusiona. Y de hecho, me invitaron al Monkey Week a una charla a hablar de la precariedad con Lorena de la Trinchera, y yo decía... Esta mierda que estamos viviendo, vale, pero la gente que está estudiando ahora periodismo, en diez años, ¿Que van a tener aquí, que se van a encontrar? ¿Sabes? Entonces, si cuatro zumbaos de ahora, no intentamos cambiarlo, o que se nos reconozca de alguna manera, o que se dignifique la profesión...pues currarás de otra cosa.

Manuel me abrió las puertas al mundo del periodismo musical, permitiendome escribir de manera gratuita para Muzikalia, como hobbie y escribiendo de lo que me ha dado la gana siempre (he colado discos de trap en su revista). Ahora nos juntamos en un Manolo Bakes, en Madrid, para averiguar cómo fueron cayendo las fichas de dominó que le llevaron a dirigir la revista que me ha motivado a proyectar este reportaje como mi Trabajo de Fin de Grado.

Empezó trabajando en agencias de comunicación, en ese periodismo corporativo tan piqueteado por muchos, pero necesario si un recién graduado quiere permitirse el lujo de comer. En 2001, aún durante su carrera, comenzó a escribir para Muzikalia y compatibilizaba trabajos en el Ministerio del Medio Ambiente, partidos políticos, constructoras y un par de biografías musicales… Hasta que aparece la maravillosa oportunidad de trabajar en MaraWorld, organizadora y fundadora del Festival de Benicassim como editor web.

En 2009 el festival pasó a ser 100% británico, propiedad de la empresa VPMG y con Vince Power al frente. Manuel desaparece de la plantilla de MaraWorld y como salvavidas, le propone a Sergio Picón y Núria Ferré, fundadores de Muzikalia, comprarles la web. Por aquel momento ellos ya estaban bastante desvinculados de su proyecto, pues habían empezado a trabajar en su propio sello discográfico, Aloud Music. Así que aceptaron.

A ese salvavidas llamado Muzikalia le ha ido entrando agua por todas partes a lo largo de los años, por diversos motivos ya mencionados en este reportaje, y curiosamente fue un tirita en forma de libros la que salvó a esa web digital en 2019.

“O sea, la pandemia coincide con la puesta en marcha de la editorial. Si no es por la editorial, hubiéramos tenido que cerrar. Porque no... O sea, el 90% de la publicidad se cae”

Manuel tiene ahora diversos frentes en su batalla. Intenta dar con la tecla del fallo en el modelo de negocio: Se plantea el modelo de muro de pago, de manera insegura por ahora. Junto con Sebas Alonso, está intentando poner en marcha la PAM, Asociación de Periodistas Musicales. Continúa escribiendo para su editorial… Y aún así, todo esfuerzo por parte de los periodistas es prácticamente inútil si los agentes mayores no colaboran.

La discográfica contrata a medios y empresas de publicidad para que las notas de prensa y la promoción de sus artistas viajen. El punto de no retorno es cuando nos llega a nosotros, los periodistas que reseñamos ese álbum o single, hacemos una crónica de ese festival, pero el dinero que nos debería pertenecer, se reinvierte para que las revistas no dejen de existir.

“Por ejemplo, en Mad Cool se gasta una pasta en Publi, están forrados, tienen 200.000 patrocinadores y no solo no se anuncian, sino que yo ahora quiero cubrir el Madcool, el que vaya de Muzikalia, y tengo que pagar 30 euros por acreditación.
O sea, es que pagas por trabajar y esa crónica que tú hagas no te va a revertir a ti en ingresos. Dices, es muy frustrante, pero a ver, Primavera Sound hace lo mismo, te cobran. Y eso es, yo qué sé, ¿qué quieres que te diga? Bueno, estamos trabajando y te estamos dando una visibilidad que te cagas”

Muzikalia, según Manuel, tiene 200.000 lectores de media. Gran parte de su redacción se dedica a otras cosas para ganarse un sueldo digno. Manuel es autónomo y trabaja en otros proyectos para llegar a fin de mes. Yo soy estudiante y he estado colaborando durante casi 2 años sin llegar a recibir ningún dinero a cambio de las horas invertidas.

Estos datos ayudan a entender que cuando le preguntase a Manuel la mágica pregunta sobre el futuro, me respondiese de la siguiente manera:

-Entonces, ¿se puede ser periodista musical a día de hoy?

-Poder se puede, pero... ¿a qué precio? Lo bueno que tiene el tema es... o sea, la gente de joven, si tienes idiomas, es otra cosa que abre muchas puertas. O sea, puedes ser periodista musical y trabajar para un medio internacional, digno que te pueda...¿Pero aquí en España…? No, aquí en España…

Aquí en España tenemos este panorama. Un panorama cambiante a lo largo de los años, que ha ido despegando a la crítica cultural, en especial a la musical de los diarios generalistas, y afianzando los lazos empresariales entre las revistas especializadas y los nuevos hombres trajeados de las antiguas discográficas: los promotores guays de festivales guays. 

No echemos todas las culpas a los sound extreme festival summer winter low concept. El periodismo musical se ha quedado al fondo de la clase por no saber adaptarse a muchas consecuencias del periodismo digital, a las nuevas plataformas de creación de contenido y no ejercer la suficiente presión mediática que hubiese fidelizado a muchos lectores y contribuido a un panorama cultural mucho más crítico. El oficio ha avanzado más rápido que el trabajador, y enamorado de un panorama mucho más romántico, como es el salvador de los medios de comunicación, se ha ido dejando de lado su parte más darwinista. Adaptarse a las circunstancias.

En este país, da la sensación de que no se valoran las cosas hasta que nos las quitan de las manos. Nos puede más la nostalgia que la acción. Para cualquier amante de la cultura que se precie, luchar por una prensa musical de calidad debería ser más que una obligación, no un deseo. La prensa generalista ya está lo suficientemente manchada y despreciada por la propia sociedad española, como para que también perdamos este pequeño rincón de disfrute musical. 

Actualmente, el machismo desaparece progresivamente (más lento de lo que debería), al igual que la censura o ciertas complicaciones técnicas que observamos en la parte más primitiva del reportaje. Ahora, con una democratización mediática, un exceso de medios y de contenido, todo el mundo coincide: el periodista musical es necesario, hace falta un prescriptor musical.

Por todo eso y por mucho más, a pesar de la preocupación de Manuel, juro sobre este reportaje continuar luchando por uno de los empleos más bonitos del mundo: el periodismo. Aquel que tiene la obligación de dar una información verídica, también en lo musical. Y si tengo que decir que ese grupo es una copia de Vetusta Morla, lo haré. Y si tengo que decir que ese festival tiene gastos de gestión abusivos, lo haré. Y si tengo que decir que habría que boicotear al festival de Eurovisión 2024, por permitir que Israel permanezca como país participante con el genocidio que se está produciendo, lo haré.

Soy Alba García, y esto ha sido Nombres Propios: un recorrido sobre el periodismo musical español.

Nombres Propios

Entrevistas y bibliografía

Bibliografía

25 Años De Sintonías De Diario Pop. (s. f.). Discogs.com. (2024, mayo 14) de https://www.discogs.com/es/release/5484598-Various-25-A%C3%B1os-De-Sinton%C3%ADas-De-Diario-Pop

Aquellos chicos que inventamos la FM en Madrid. (2014, abril 13). El Mundano. https://elmundano.wordpress.com/2014/04/13/aquellos-chicos-que-inventamos-la-fm-en-madrid/

¿’Carne cruda’? En Radio 3 no cabe el sensacionalismo’. (2012, agosto 31). Elmundo.es. https://www.elmundo.es/elmundo/2012/08/31/comunicacion/1346416273.html

CVC. Rinconete. Música y escena. Enrique Franco y el periodismo musical, por José Ramón Ripoll. (s. f.). Cervantes.es. Recuperado 14 de mayo de 2024, de https://cvc.cervantes.es/el_rinconete/anteriores/noviembre_16/22112016_01.htm

de la Rosa, C. P. (2023). El periodismo musical en España: análisis de la revista Ritmo [Universidad Rey Juan Carlos]. https://burjcdigital.urjc.es/bitstream/handle/10115/22716/2022-23-FCC-JL-2001-2001043-c.pentella.2019-MEMORIA.pdf?sequence=-1&isAllowed=y

«Diario Pop» (Despedida de Ordovás). (2011, mayo 12). RTVE.es. https://www.rtve.es/play/audios/programas-y-concursos-en-el-archivo-de-rtve/diario-pop-despedida-su-director-presentador-jesus-ordovas/810094/

Disco grande - 30/12/08. (2010, noviembre 22). RTVE.es. https://www.rtve.es/play/audios/disco-grande/disco-grande-30-12-08/370830/

La era dorada de las revistas musicales en España. (2023, marzo 29). t.blog. https://www.thomann.de/blog/es/la-era-dorada-de-las-revistas-musicales-en-espana/

Lara, C. R. M. (2013). Periodismo musical online en España [Universidad Internacional de La Rioja]. https://reunir.unir.net/bitstream/handle/123456789/2095/2013_07_26_TFM_ESTUDIO_DEL_TRABAJO.pdf?sequence=1&isAllowed=y

Liñán, M. B. V. (2012). La música en la prensa española (1833-1874) [Universidad de Granada]. https://es.scribd.com/document/572555563/Vargas-La-Musica-en-La-Prensa-Espanola-1833-1874

Mora Contreras, F.C. & Viñuela Suárez, E. (2013). Rock around Spain Historia, industria, escenas y medios de comunicación. Universitat de Lleida.

Rural, Á. C. (2018, marzo 20). Jesús Ordovás: «Tuve que enfrentarme a todos y cada uno de los directores de Radio 3 para poder hacer mi programa». Jot Down Cultural Magazine. https://www.jotdown.es/2018/03/jesus-ordovas-me-tuve-que-enfrentar-a-todos-y-cada-uno-de-los-directores-de-radio-3-para-poder-hacer-mi-programa/

Vázquez, C. H. (2022, diciembre 26). Julio Ruiz: «Es triste que el periodismo cultural en este país siga siendo de quinta división». The Objective Media SL. https://theobjective.com/cultura/2022-12-26/julio-ruiz-periodista-cultura/

Wikipedia contributors. (s. f.). Ladinamo. Wikipedia, The Free Encyclopedia. https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Ladinamo&oldid=154392560

shallow focus photography of audio mixer

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